LA HISTORIA DEL SINDICALISMO CHILENO

DEMANDA_LABORAL_Y_SOCIAL_DE_LA_CUT.pdf (163,9 kB)

 

El siglo XX marca la irrupción del movimiento de los trabajadores y de la vida social de nuestro país.  En Santiago y Valparaíso crece la industria artesanal y de pequeños servicios. En Lota se extrae carbón y en el Norte grande se extrae salitre.  El número de obreros crece día a día, sin embargo, aquí y allá sus condiciones de vida y de trabajo, son insoportables. No existe ninguna norma para la relación entre el capital y el trabajo: no hay contratos; no está
reglamentada la jornada y se trabaja siete días a la semana; no hay normas de seguridad o higiene en el trabajo.

No existe la previsión social, salvo lo que el trabajador pueda ahorrar de su mísero salario para la vejez.  En este mundo donde el trabajador impone las reglas, el Estado no asume sus responsabilidad en las acciones entre el capital y el trabajo y surgirán lentamente entre los trabajadores sus esfuerzos por la organización y mejores condiciones de vida.

 Espontáneamente y sin ningún amparo legal, nacen las primeras organizaciones obreras: las mutuales, organizaciones defensa mutua que reúne a los trabajadores que intentan educar a los obreros y atender sus necesidades básicas, de alimentación y salud.  En el año 1907 durante el Gobierno de Pedro Montt, se crea la oficina de Estadísticas del Trabajo y se inicia un trabajo de construcción de habitaciones higiénicas para los obreros.

La represión a la demanda obrera que ha tenido su mayor muestra en la realidad de la  crudeza de la masacre de Santa María de Iquique, significa una nueva etapa en el desarrollo de sus organizaciones: la unidad y la organización serán la respuesta de los trabajadores a la represión y Luis Emilio Recabarren el líder que conducirá este proceso.
“La emancipación de la clasetrabajadora debe ser obra delos trabajadores mismos, suestrategia será formar a los trabajadores y desde allí fundar las bases para la sociedad sin clases”.

La Federación Obrera de Chile F.O.CH., había nacido en 1909 como una mutual de obreros de ferrocarriles para la asistencia social y el mejoramiento económico, moral e intelectual.
Recabarren entiende que la FOCH debe abandonar sus concepciones puramente moralistas y ampliar su representación a toda la clase trabajadora.En 1919 se impone su proyecto al interior de la federación y se realizan los contenidos, propuestas y formas de acción.  Luchará por imponer su proyecto histórico.

de cambio social y avanzar hacia la unidad de la clase trabajadora a través de la organización y autoeducación. Para la FOCH la educación de los trabajadores es una herramienta fundamental: nacen los periódicos obreros, el teatro popular y las escuelas para trabajadores.

 La organización se expande a distintas áreas de la manufactura y el transporte; incorporando a obreros del pueblo, calzado, maderas, muebles, metalurgia y ferrocarriles.

Durante estos años la FOCH sufre la terrible represión de un Estado autoritario que intenta acabar con la organización de los trabajadores, pero la fuerza de las demandas de los trabajadores y la férrea unidad tras su proyecto político y social logra la aprobación parlamentaria de un conjunto de leyes que intenta paliar la angustiante situación de los obreros.

La FOCH apuesta a la organización de los movimientos sindicales y sufrirá nuevamente los rigores de la represión.  Durante los años 1928 y 1931 se persigue y encarcela a sus dirigentes y se clausuran sus periódicos y locales sindicales.

El año 1928, durante el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo, marca el comienzo de la gran crisis económica mundial y el estancamiento absoluto de la explotación salitrera; principal entrada de recursos para el Estado chileno.  Serán años de penurias para todo el país.

Miles de obreros pierden su empleo en el norte y se refugian con los pobres en las grandes ciudades; la miseria absoluta se expande entre las grandes mayorías de los asalariados y sus familias.  La angustiante situación de los trabajadores y la represión estatal sobre las organizaciones sindicales no legales, significará el debilitamiento de la FOCH y de la protesta obrera durante largos años.

Entre los días 25 y 27 de diciembre de 1936 se realiza el Congreso Constituyente de la Confederación de Trabajadores de Chile con la participación de más de 300 organizaciones de todos los sectores productivos.

Los trabajadores chilenos se unen en un proyecto social, político y cultural para el país.  La Confederación de Trabajadores de Chile luchará por la defensa de las libertades que establece la Constitución política del Estado; la defensa de la legislación laboral y la defensa de nuevas leyes que mejore las condiciones de vida y de trabajo.  La educación pública en forma gratuita; la alfabetización y la formación sindical.

El sindicalismo chileno da un giro fundamental en su historia y asume el protagonismo del proceso de construcción de un Estado que amplíe las libertades públicas y el bienestar de los mas postergados de nuestro país.

El avance de la fuerza social de la clase media y de los trabajadores ya es una realidad en el Chile de 1938.  Ese año triunfa en las elecciones Pedro Aguirre Cerda, candidato del Frente Popular: una coalición de fuerzas progresistas que se propone la tarea de superar la crisis económica a través deldesarrollo hacia adentro
Sin embargo, la Confederación de Trabajadores de Chile es incapaz de superar la crisis social y política que significará la caída de los gobiernos del Frente Popular.

La huelga de los obreros del salitre en 1946 desencadenará el quiebre de la unidad de la C.T.CH.  Dirigentes socialistas y comunistas discrepan de la inconveniencia de continuar con el paro nacional convocado en solidaridad con el movimiento salitrero.  La C.T.CH. no logra reforzar la autonomía del movimiento sindical y la extrema dependencia del momento sindical respecto a las decisiones de los partidos políticos, hace que la unidad sindical se rompa definitivamente.

Finalmente en 1948, bajo el Gobierno de Gabriel González Videla, se promulga la Ley de Defensa permanente de la democracia bautizada por el pueblo como la “Ley Maldita”, que persigue a los dirigentes sindicales, lo que significa un duro golpe a la actividad sindical.

En 1922 Clotario Blest, comienza a trabajar como funcionario de la Tesorería General de la República.  Cinco años más tarde preside la Unión de Centro de la Juventud Católica, para organizar a la juventud obrera en la capital y las regiones.  A los 30 años Clotario Blest comenzará su lucha por la reconstrucción de la unidad en el sindicalismo.

“Soy un incasable predicador por la unidad de la clase trabajadora chilena.  Porque cuando la clase trabajadora chilena está unida, es invencible, nadie se atreve contra ella”

 La sociedad chilena a fines de los años 40, está en un profundo proceso de cambio.  La clase media se ha consolidado como una clase de fuerza social y la ampliación del Estado aumenta significativamente el número de empleados públicos y particulares.

Será entonces este sector de trabajadores, que día a día cobra mas fuerza en el desarrollo económico del país el que dé los primeros pasos a la rearticulación sindical.  En 1943 se crea la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF, que reúne a empleados estatales de administración central, cajas de previsión, las instituciones descentralizadas y las empresas públicas.

La existencia de innumerables centrales y de sindicatos que actúan separadamente, debilita la lucha general de los trabajadores por sus reivindicaciones y objetivos comunes: Comisión Nacional de Unidad Sindical.

Entre los días 12 y 16 de febrero de 1953 se realiza el Congreso Constituyente de la Central Única de Trabajadores CUT, y Clotario Blest es elegido su Presidente. La fundación de la CUT es el hito más importante de la historia del movimiento sindical chileno y entrega nuevamente la dirección política única a un movimiento sindical que se encontraba en ese momento en una fase de desunión.

Hacia fines de la década del 60, la CUT ha ampliado su base sindical, junto a los trabajadores de las industrias y de los servicios, están los campesinos, y también políticamente se han integrado los sindicalistas ligados a la democracia cristiana, lo que sin duda incorporará una fuerza a sus filas.

El 4 de septiembre de 1970, triunfa en la elecciones presidenciales el candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende, cuyo objetivo es la vía chilena al socialismo.

En la CUT durante ese período, logra mayor presencia nacional y su base sindical se amplía a más de un millón de afiliados.  Está presente a lo largo y ancho del país y obtiene importantes logros políticos como la participación de los trabajadores en la conducción de las empresas.  Paulatinamente la CUT se transforma en un importante soporte social del Gobierno.  Es a través de la Central que se enfrenta a la fuerte reacción empresarial y de la derecha política que se resiste tenazmente a los cambios que el país requiere.

La CUT se compromete al máximo con el Gobierno de la UP, hasta el grado de incorporar al gabinete a varios de sus dirigentes perdiendo objetivamente importantes grados de autonomía.

Durante el Gobierno de Salvador Allende la CUT, obtiene su personalidad jurídica, para ese entonces la CUT está presidida por Luis Figueroa, quien ha hecho un largo recorrido sindical, participando desde el departamento juvenil de la Central, hasta llegar a ser su presidente   Llevado forzadamente al exilio por la Dictadura, muere en Estocolmo, Suecia, en 1976, lejos de su tierra pero rodeado del respeto del sindicalismo de los trabajadores chilenos y del mundo.
“Junta Militar, septiembre de 1973, cancélese la personalidad jurídica
de la CUT”, bando Nº 36.  Suprímase la petición de pliego de peticiones, elimínese los permisos sindicales”.

En julio de 1976 es detenido y hecho desaparecer por agentes de la Dictadura el dirigente de los profesores Juan Gianelli, quién había sido uno de los fundadores de la Coordinadora Nacional Sindical.

En 1977 el Cardenal Raúl Silva Henríquez crea la Vicaría Pastoral Obrera a cargo de Monseñor Alfonso Baeza, quien entrega un amplio respaldo al trabajo de la Coordinadora Nacional Sindical.

El 1º de mayo de 1978, la Coordinadora Nacional Sindical, hace su primera aparición pública desencadenándose una fuerte represión de los agentes del régimen.  Por esa época la Dictadura comienza a desarrollar su proyecto de refundación neoliberal.

En el año 1978 se deroga un gran número de artículos del Código del Trabajo y se impone el decreto 220, más tarde sería conocido como el Plan Laboral eliminando de la legislación grandes conquistas laborales y sociales de los trabajadores chilenos.

En el año 1981 cuando se produce la Reforma Previsional, se impone la privatización de los Fondos de Pensiones, luego vendría la privatización de la salud y la educación; la supresión de los Colegios Profesionales y los Tribunales del Trabajo.

Así de una plumada y por decreto, se destruye más de 50 años de historia y de lucha sindical; pasando de un Estado protector a un Estado simplemente subsidiario.  En respuesta, el Presidente de la Coordinadora Nacional Sindical, Manuel Bustos llama al país, en particular a los trabajadores, a exigir la derogación de las leyes laborales y a formar un frente amplio para la recuperación democrática.

La Dictadura de Pincohet había echado las bases para la aplicación de un modelo neoliberal, que en un lapso de 3 años, lleva al país y principalmente a los trabajadores a un empobrecimiento generalizado.  El desempleo se eleva a más del 30%.  El Gobierno crea el Programa de Empleo Mínimo (PEM) y el Programa de Ocupación para Jefes de Hogar (POJH), que intenta mantener a los miles de trabajadores cesantes, ocupados sin ninguna protección y con salarios miserables.

La Coordinadora presenta en 1981, el pliego de Chile firmado por casi 2 mil dirigentes sindicales de todo el país.  La respuesta a este pliego es el requerimiento a sus principales dirigentes y se les acusa de asociación ilícita.  En esta oportunidad la Dictadura utiliza los tribunales de Justicia para reprimir al movimiento sindical.

Sin embargo, en este clima de creciente unidad sindical, la represión se ensañaría aún más con los trabajadores.  Tucapel Jiménez levanta un ferviente llamado a la unidad no sólo a los trabajadores, al pueblo de Chile y establece los primeros contactos formales entre la Coordinadora y las demás expresiones sindicales; este atrevimiento le costará caro…

 El 25 de febrero de 1982, agentes del Estado asesinan brutalmente a Tucapel Jiménez, Presidente de la ANEF.  Queda así en evidencia que la unidad de los trabajadores, representa un riesgo para la supervivencia del régimen dictatorial, encabezado por Pinochet.  En diciembre de ese mismo año, en un acto llamado por la Coordinadora Nacional Sindical en la Plaza Artesanos, el régimen saca a la calle a los gurkas, quiénes agraden violentamente a lo participantes.  A raíz de esta manifestación son expulsados del país Manuel Bustos y Héctor Hugo Cuevas, dirigente de la construcción quien solo podrá regresar a Chile en 1984 a morir a raíz de un cáncer.

La lucha del sindicalismo sigue adelante.
El 11 de septiembre de 1983 y a consecuencia de una proclama de llamado a la unidad, hecha en la Revista Análisis por un grupo de dirigentes sindicales, se constituye el Comando Nacional de Trabajadores, presidido por Rodolfo Seguel y formado por la Coordinadora Nacional Sindical, la Confederación de Trabajadores del Cobre; la Confederación de Trabajadores Particulares de Chile, el Frente Unitario de Trabajadores y la Unión Democrática de Trabajadores.
Queda de manifiesto el rol activo que juegan las Confederaciones y Federaciones en el accionar sindical y político del país.
Este mismo año la Federación de Trabajadores del Cobre en su Congreso señala que la lucha de los trabajadores no es por una ley mas o menos, sino por la recuperación de la democracia y la libertad.  En ese congreso se convoca a un paro nacional, que más tarde se convertiría en protesta nacional.  Será el inicio del movimiento de protestas con una sucesión de paros encabezados por el Comando.

Hacia el año 1985, el movimiento de protestas está claramente fortalecido y la Dictadura acorralada, echa mano nuevamente a la represión, son miles los trabajadores y pobladores, que son amedrentados, maltratados y vejados.

Ese mismo año, Manuel Bustos, Arturo Martínez y Moisés Labraña, son nuevamente detenidos lo que será una constante en los años siguientes.  Los dirigentes sindicales sufren allanamientos selectivos, constantes amenazas de muertes para ellos y sus familias.  En ese cuadro el año 1987, Chile recibe la visita del Papa Juan Pablo II, lo que significará una buena oportunidad para romper el silencio y alzar la voz pidiendo libertad, paz y justicia para nuestro país.

 Los dirigentes sindicales se reúnen con el Papa para explicarles la realidad de los trabajadores en Chile.  Ese mismo año en 1987, la Coordinadora realiza su octava Asamblea decidiendo su disolución para plantearla al Comando Nacional de Trabajadores y avanzar hacia la formación de la Central Unitaria de Trabajadores.

La Coordinadora Nacional Sindical, ha cumplido su objetivo plenamente.

En medio del camino de la derrota definitiva de la Dictadura, avanza la reconstrucción de la unidad de los trabajadores.  El 20 y 21 de agosto de 1988 se funda la Central Unitaria de Trabajadores, heredera de la antigua CUT.  Manuel Bustos es electo Presidente y Clotario Blest nombrado

Presidente Honorario.  Con la Fundación de la CUT culminan 15 años de trabajo por la reconstrucción

y rearticulación del sindicalismo y búsqueda de la unidad sindical.

El sindicalismo contribuyó y fue actor principal en la derrota de la Dictadura.  El plebiscito del 5 de octubre de 1988 y la elección presidencial del 11 de diciembre de 1989, marcan el retorno definitivo a la democracia a nuestro país, abriéndose grandes esperanzas de justicia social en nuestra sociedad.  La CUT adquiere un fuerte compromiso con la consolidación de la democracia, compromiso que hasta ahora no es valorado.

Durante los primeros años de la década de los 90, la CUT entra en una profunda crisis.  Durante el Congreso Programático de 1988, los distintos sectores de la Central toman conciencia de la gravedad que implica para el futuro de los trabajadores una CUT en crisis y un movimiento sindical débil.

 Como una forma de ampliar la dirigencia, se cambia el sistema electoral, permitiendo votar para elegir a la directiva de la Central, a todos los dirigentes de organizaciones de base afiliados.  Ese mismo año víctima de cáncer muere Manuel Bustos, que había sido elegido Diputad un año antes.  En agosto del año 2000, se realiza la elección de la directiva que es reconocida por su alto grado de participación y transparencia, legitimándose el directorio electo.

El 1 de mayo del año 2001, reúne a más de 25 mil trabajadores, y el año 2002 son cerca de mil los trabajadores que participan en el acto conmemorativo en

Santiago, llevándose a cabo actos masivos en las principales ciudades del país, iniciándose un proceso de recuperación sindical, particularmente en su convocatoria. 
En el año 2002 la CUT entra al país la demanda por un Chile Justo, para avanzar hacia un desarrollo con equidad y justicia social.  Lo años venideros serán de grandes desafíos para el sindicalismo que tendrá que enfrentar su desarrollo en unidad en medio de un modelo de neoliberalismo salvaje que niega los espacios de participación y los mecanismos de distribución de la riqueza a una inmensa mayoría de los chilenos.

 Los últimos 50 años han sido años de victoria y de amargas derrotas para el sindicalismo; han sido años de conquistas trascendentales, de dictadura, de dolor y de tristeza.  Pero la CUT está aquí dando pasos en su búsqueda de ansiada unidad y de construir un poder sindical que le permita representar a los trabajadores en el nuevo contexto de la sociedad chilena.

CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES DE CHILE

Tema: La historia del sindicalismo chileno

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